lunes, 1 de diciembre de 2014

Conservación de setas en la cocina polaca tradicional II

CONSERVA EN SALMUERA

Esta metodología actualmente está bastante en desuso. Se había  empleado en diversas regiones para especies como el níscalo (Lactarius sanguifluus).
En general la tecnica suele ser muy parecida a otras técnicas de otras regiones del mundo. Limpiar las setas, cocerlos en agua ligeramente salada y dejarlos secar. Posteriormente se coloca en un tarro de conserva y se van cubriendo de sal.

El objetivo de este método es reducir la humedad y crear un medio donde los microorganismos no puedan desarrollarse.



                                                    Comercialización de setas desecadas

Conservación de setas en la cocina polaca tradicional I

Como en muchas cocinas del mundo, las setas en la cocina polaca sufren diversas manipulaciones antes de ser consumidas. Las setas se acostumbran a recolectar en relativamente grandes cantidades en una sola vez. Esto genera el problema de la conservación. Las técnicas de conservación dependen de diversos factores como el clima

Rápidamente, las setas (salvo excepción de algunas especies como Cantharellus cibarius) son atacadas por una gran variedad de organismos. Primero por las mismas larvas de dípteros de las familias Sciaridae y Mycetophilidae (los famosos gusanos de las setas). Pero también por una gran cantidad de bacterias que las descomponen y generan diversos tipos de toxinas.

Para remediarlo, las técnicas de cocina se han valido de diversas estrategias destinadas a evitar la proliferación de microorganismos descomponedores.

Uno de los métodos más tradicionales de conservar setas en Polonia ha sido el secado. En el mercado aparecen un gran numero de setas silvestres desecas en cualquier temporada.

SETAS DESECADAS

El objetivo de las técnicas de conservación por desecación es crear un ambiente libre de humedad que impida la procreación de microorganismos nocivos.

En la cocina polaca se han utilizado principalmente las especies de setas de poros, como los hongos, Boletus edulis i los Boletus badius (sin nombre popular español).

La metodología empleada suele ser la misma, se escogen individuos pequeños o grandes que son cortados en trozos o laminados. Una vez cortados se ensartan en una hilera que recoger todos los pedazos aproximadamente del mismo tamaño y se dejan colgados en un lugar fresco y seco.

El secado de de los Boletus acrecienta su aroma y los hace adecuados para añadir sabor y aroma a multitud de platos. Para consumirlos se rehidratan durante varias horas en agua que luego se empleara para cocinar como un caldo, por desgracia pierden gran parte de su textura. Las setas conservadas de esta manera son ideales para sopas y salsas, así como, una vez trituradas, se pueden emplear para rellenar los tradicionales pierogi de ayuno, cuando la carne de las setas sustituye la carne animal.
  

CONSERVAS DE SETAS A LA VINAGRETA
  
Las técnicas para la elaboración de conservas suelen ser mas variadas y se basan en el principio de la acidificación del medio para eliminar y retardar la proliferación de microorganismos nocivos, ya se por su patogenia como por la producción de toxinas. Estos métodos se basan en escabeches de vinagre con el añadido de aceite.
En general, las setas son lavadas para eliminar impurezas o total o parcialmente cocidas para eliminar microorganismos y deshidratar parcialmente las setas.
Esta técnica se aplica principalmente a especies o ejemplares pequenos de todo tipo. Las mas populares son las de níscalo (Lactarius deliciosus), Boletus edulis, Armillaria mellea y Giroporus castaneus.


RECETA PARA LA VINAGRETA DE SETAS

Ingredientes:

Setas (1 kg)
Azucar (1 cucharadita)
Vinagre (un vaso)
Sal (1 cucharada)
Agua (dos vasos)
Especias aromáticas: hojas de laurel, bayas de enebro, ajo, cebolla, semillas de mostaza, pimienta negra en grano…

Una de las más populares maneras de conservar las setas es

Hervirlos en agua y sal durante unos 10-15 minutos.

Colarlos y dejarlos enfriar. Una vez frios, poner en tarros

Hervir el vinagre (1 vaso) y el agua (2 vasos) y la sal con las especies deseadas durante 2 minutos.

Colocar las setas en tarros junto con el ajo cortado en láminas y añadir el agua hervida todavía caliente junto con el vinagre.

Pasteurizar al baño maría durante unos 20 minutos.


En ninguna receta he encontrado que el líquido resultante sea cubierto con aceite antes de colocarse en el baño maría, pero debido a mi influencia catalana, siempre pienso que debe ser una buena idea para evitar contaminaciones el cubrir la mezcla con un chorro de aceite crudo, evitando que quede todo bien cubierto y no sobresalga nada por encima del aceite.

Las setas en vinagre se usan como entrantes y acompañamientos de jamones, pates y otros embutidos. Se han de consumir en un plazo de tiempo no demasiado largo.


lunes, 24 de noviembre de 2014

El consumo de setas silvestres en Polonia I

En Polonia, como en muchas culturas eslavas o balto eslavas, existe una gran tradición de recolectar setas silvestres. Esta tradición inmemorial, aparece reflejada en sus cuentos y leyendas, como en el caso de muchos relatos de la tradición rusa y ucraniana. La búsqueda de setas ha quedado reflejada incluso en lo que se considera uno de los principales poemas épicos nacionales de Polonia, la obra Pan Tadeusz de Adam Mickiewicz, donde se describe como la gente se reunía para ir a recoger setas a principios de otoño.
Los grandes bosques de Polonia, Ucrania, Rusia,… permite crecer una gran micoflora que los nativos utilizan en una gran variedad de platos.
En la actualidad, ir a recoger setas es una actividad que no distingue edad ni género, tanto hombres como mujeres conocen muchas especies comestibles y las recogen y procesan y consumen de diversas maneras. La cocina polaca conoce una gran cantidad de platos a los que se añaden setas, incluso las setas aparecen, como substitutas de la carne en las comidas de las vigilias, en época de ayuno.

Especies

Muchas de las especies de setas empleadas en la cocina tradicional polaca corresponden a especies del orden de las Boletales, setas con un himenio en el reverso del sobrero que está formado por una serie de poros. Entre ellos, el más considerado y popular es el cep, hongo o seta calabaza: el Boletus edulis o setas del mismo grupo (por ejemplo B. aestivalis) conocidos en polaco como borowik o prawdziwek, nombre este segundo que quiere decir “el verdadero”, y hace referencia a su uso preferido por encima de otras setas. Le sigue en la lista de setas apreciadas el Boletus badius o podgrzybek en polaco, muy común en todos los mercados a finales de verano principios de otoño.
Otras setas muy utilizadas en la cocina polaca, también del mismo grupo de las Boletales son el koźlarz, los hongos del género Leccinum, los del genero Suillus, especialmente S. luteus y S. granulatus, conocidos como maślak.
También son conocidos y muy apreciada los rebozuelos (Cantharellus cibarius), conocidos con el nombre kurka, que también significa gallina. También se consumen, pero con preferencias regionales los rydz (el famoso níscalo o rovellón, Lactarius deliciosus, aunque a nivel popular no parece que sean diferenciadas las especies del grupo deliciosi y se venden conjuntamente, sin distinguir, con los L. salmonicolor, L. deterrimus o L. quieticolor.
Otra especie es el parasol (kania en polaco); y el opieńki, las Armillaria mellea, que se consumen principalmente en conservas.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Valor de las setas, alimentos funcionales ecología y taxonomía

Las setas, algunas peligrosas, incluso mortales, todas parecidas, muchas veces es muy difícil diferenciar las comestibles de las mortales.

Parece que las setas son un manjar demasiado especializado para que cualquier persona las pueda degustar. ¿Quizá su consumo solo responde a un snobismo cultural, de la misma manera que durante el Imperio Romano se comían en recipientes especiales, quizá nos convierten en gente del bosque, personas asilvestradas o solo somos elitistas gastronómicos (aunque debemos decir que el consumo de champiñones es tan popular que forman parte de gran parte de las comidas rápidas, pizzas, comidas enlatadas,...)?

¿Por qué comer setas? ¿qué pueden tener de interesante las setas? Consumidas como substituto de la carne en épocas de escasez o durante ayunos en los cuales está prohibido comer carne, las setas nos pueden aportar una gran cantidad de nutrientes esenciales, de proteínas y de aminoácidos, de elementos indispensables para el buen funcionamiento de nuestros enzimas y proteínas, antioxidantes naturales...

Antes de enfocar qué compuestos bioquímicos contiene las setas y los hongos debemos preguntarnos en que medio viven, cuales son los organismos que, de manera natural, comparten sus ecosistemas. No es casualidad que el antibiótico penicilina se sintetiza a partir de la especie Penicillium notatum… Los hongos viven en diversos tipos de ambientes. Uno de los cuales es el suelo. allí extienden su cuerpo vegetativo, el conjunto de filamentos que conocemos con el nombre de micelio. Su objetivo es encontrar recursos alimentarios y agua. Debido a que muchos de los hongos tienen una alimentación saprótrofa y que digieren muchos compuestos difíciles de degradar, deben disponer de una batería de enzimas y proteínas que les ayuden en esta tarea, muchas de ellas son específicas para reducidos grupos de hongos. Pero a la vez, han de participar en la guerra química contra sus competidores. Los hongos son capaces de segregar antibióticos, antifúngicos, etc,... que les permitan destruir a sus competidores. A la vez, han de poseer un equipo enzimático que le permita sobrevivir en este ambiente plagado de moléculas hostiles, radicales libres,… como es el suelo que tienen que compartir con muchos otros microorganismos…

Y, también es muy importante, antes de empezar a desarrollar e investigar las propiedades de los hongos, tener muy presente qué especie vamos a investigar. Y esto, que parece una evidencia, no lo es tanto, porque, ¿Dónde empieza y dónde termina una especie de hongo? Y aquí vamos a tener que hacer una alabanza de los taxónomos.

Los taxónomos son tenidos en poca consideración por el resto de los científicos. Para muchos son una especie de arcaísmo que se remonta, al menos, a la clasificación de Linneo. Considerados como una especie de archivadores, obsesionados en futilezas como es la correcta clasificación de los organismos, parecen estar al margen de las principales tendencias de investigación. Pero este argumento no se aguanta. Es falso. Para poder trabajar con un organismo, tenemos que saber qué organismo es, saberlo ubicar, buscar relaciones con sus parientes más cercanos, identificar sus ciclos de vida, su modo de alimentarse y reproducirse, sus rutas metabólicas… Cada especie es diferente, pero a veces dos especies son muy parecidas, demasiado, casi imposibles de diferenciar a simple vista (o a vista de microscopio). Y esto es especialmente terrible en el mundo de los hongos, donde equipos de taxónomos, especialistas de diversos grupos de hongos, muchas veces se ven incapaces de ponerse de acuerdo para identificar y separar las diversas especies. Para comprobarlo solo hace falta coger una guía de campo, como pueden ser las guías de setas de los autores Bonn o Courtecuisse i tratar de aclararse en especies de sobras conocidas como los níscalos o rovellones. Existen al menos 6 especies que podría ser identificadas por un profano por un níscalo. Pero el níscalo solo es la especie Lactarius deliciosus. Existen también el L. sanguifluus, considerada como la más gustosa, y existe también el L. semisanglifuus, el L. quieticolor (que crece bajo pino negro), el L. salmonicolor (bajo abetos)... las tres últimas de menor valor gastronómico. Y hay quien todavía identifica otra especie: el L. vinosus, que según los más expertos, es la más sabrosa.

                                                   
                                                       Lactarius del grupo delicosus de Bonn


No se pretende entrar en detalles sobre los problemas en identificar especies. Solo remarcar que, lo que en apariencia pueden ser especies muy próximas pueden tener rutas metabólicas parecidas, pero no iguales, y que, por tanto, pueden tener propiedades diferentes, gustativas o como alimentos funcionales, entre muchas otras.


Aunque esto también puede suceder entre individuos de la misma especie (por desgracia y para complicarlo todo un poco más), dependiendo del medio en el que crezcan, el tipo de terreno, el tipo de árboles que crecen alrededor,... Pero esto dependerá de la especie a la que se haga referencia.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Las setas como alimentos funcionales. Introducción


Las setas son alimentos funcionales. Cumplen en nuestro organismo una serie de funciones relacionadas con el aumento de la salud y el bienestar. Las setas, como las verduras, no son solamente una comunión de agua y otras moléculas.
Las setas, como todos los alimentos, están repletas de diferentes compuestos moleculares que tienen algún impacto dentro del organismo. A veces el impacto es positivo, otras negativo.

Lo que conocemos como setas es un gran grupo de organismos con propiedades muy diferentes. Por lado están aquellas setas tóxicas y por otro están las comestibles. Todas tiene tienen propiedades sobre nuestra salud.

Los hongos están indicados para tener una dieta sana y saludable. En general, podemos decir que los hongos comestibles son una buena fuente de proteínas ya que disponen de una proporción variable de proteínas de hasta aproximadamente un 30 % del peso seco (el peso sin tener en cuenta el porcentaje de agua, que suele ser de un 90 %). Estas proteínas tienen una digestibilidad media aproximada del 70-80 %. También contienen diversos tipos de vitaminas como la A, B1, B2, B6, B12, C, D2, D3, niacina, pro-vitamina D2; una elevada proporción de minerales esenciales como hierro, potasio, fósforo, cobre, selenio, calcio, magnesio, manganeso, zinc y grandes cantidades de fibra dietética. El contenido en grasas suele ser bastante bajo, (2-3.2%) así como de carbohidratos digeribles (1-5%).

Dependiendo de la especie, en general los valores funcionales de las setas y los hongos son sus propiedades antioxidantes, hipotensoras (reducen la tensión sanguínea). Hipocolesterolémicas (ayudan a reducir el nivel de colesterol en la sangre), antibióticas (antivirales, antibacterianas), antidiabéticas, antitumorales y estimuladoras del sistema inmunitario.

No todos los hongos tienen la misma proporción en los diversos componentes, y es por esto que algunos son más salutíferos que otros, por esto unos se pueden comer crudos pero otros necesitan de una intensa cocción (siempre es mejor comerlos cocinados, aunque algunos, muy pocos, aceptan ser consumidos crudos, ¡OJO! no es el caso del champiñón, aunque ahora está de moda consumirlo crudo).

Otras setas, como el shiitake (Lentinula edodes) poseen además, propiedades antitumorales y potenciadoras del sistema inmunitario. Estas setas han sido utilizadas en la farmacopea tradicional de culturas orientales y, recientemente, los principios activos han sido extraídos y purificados para elaborar medicamentos.

Debe quedar claro, que, aunque muchas setas son alimentos funcionales, esto quiere decir que nos ayudan en mantener la salud y el bienestar. No son suplementos de medicinas ni, por si solos, ayudarán a la curación de las enfermedades.

Actualmente este concepto está muy de moda entre la gente que quiere tener una vida sana, pero, como en todo, hay que saber navegas, no creer en lo que nos proponen falsos profetas así como aceptar cualquier información sin contrastar. Las setas son alimentos funcionales por su aporte de proteínas, vitaminas y otros compuestos, pero no todas las setas son iguales ni actúan de la misma manera, algunas especies silvestres (Agaricus urinascens) contienen elevadas cantidades de cadmio y otros metales pesados. Algunas setas comestibles consumidas en grandes cantidades durante un periodo de tiempo prolongado también pueden provocar problemas de salud como la rabdomiolitis.


Y en cambio, han sido empleados en las farmacopeas de diversos países, la principal y la mas conocida ha sido la china, con los shiitake o maitake (Grifola frondosa), pero también habían sido usados como medicina en Europa. Ötzi, el hombre del Tirol, fue encontrado con dos especies de hongos. El Fomes fomentarius, usado como yesca para encender el fuego y el Piptoporus betulinus, seta de los troncos del abedul que se cree que era empleado como antivermífugo.