lunes, 24 de noviembre de 2014

El consumo de setas silvestres en Polonia I

En Polonia, como en muchas culturas eslavas o balto eslavas, existe una gran tradición de recolectar setas silvestres. Esta tradición inmemorial, aparece reflejada en sus cuentos y leyendas, como en el caso de muchos relatos de la tradición rusa y ucraniana. La búsqueda de setas ha quedado reflejada incluso en lo que se considera uno de los principales poemas épicos nacionales de Polonia, la obra Pan Tadeusz de Adam Mickiewicz, donde se describe como la gente se reunía para ir a recoger setas a principios de otoño.
Los grandes bosques de Polonia, Ucrania, Rusia,… permite crecer una gran micoflora que los nativos utilizan en una gran variedad de platos.
En la actualidad, ir a recoger setas es una actividad que no distingue edad ni género, tanto hombres como mujeres conocen muchas especies comestibles y las recogen y procesan y consumen de diversas maneras. La cocina polaca conoce una gran cantidad de platos a los que se añaden setas, incluso las setas aparecen, como substitutas de la carne en las comidas de las vigilias, en época de ayuno.

Especies

Muchas de las especies de setas empleadas en la cocina tradicional polaca corresponden a especies del orden de las Boletales, setas con un himenio en el reverso del sobrero que está formado por una serie de poros. Entre ellos, el más considerado y popular es el cep, hongo o seta calabaza: el Boletus edulis o setas del mismo grupo (por ejemplo B. aestivalis) conocidos en polaco como borowik o prawdziwek, nombre este segundo que quiere decir “el verdadero”, y hace referencia a su uso preferido por encima de otras setas. Le sigue en la lista de setas apreciadas el Boletus badius o podgrzybek en polaco, muy común en todos los mercados a finales de verano principios de otoño.
Otras setas muy utilizadas en la cocina polaca, también del mismo grupo de las Boletales son el koźlarz, los hongos del género Leccinum, los del genero Suillus, especialmente S. luteus y S. granulatus, conocidos como maślak.
También son conocidos y muy apreciada los rebozuelos (Cantharellus cibarius), conocidos con el nombre kurka, que también significa gallina. También se consumen, pero con preferencias regionales los rydz (el famoso níscalo o rovellón, Lactarius deliciosus, aunque a nivel popular no parece que sean diferenciadas las especies del grupo deliciosi y se venden conjuntamente, sin distinguir, con los L. salmonicolor, L. deterrimus o L. quieticolor.
Otra especie es el parasol (kania en polaco); y el opieńki, las Armillaria mellea, que se consumen principalmente en conservas.

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